lunes, 14 de marzo de 2011

¿Qué hay de comer?


Alimentos sanos para niños hambrientos
Un menú para la buena salud
Cualquier persona que cuida niños sabe que alimentar a un niño pequeño es todo un desafío. Esta pretende ser una guía para comidas sabrosas, convenientes y nutritivas. No olvide siempre consultar y realizar una evaluación individual en caso se amerite.

Un buen comienzo: Los beneficios del desayuno
El desayuno brinda la energía que el niño necesita durante una mañana activa. Los niños que no desayunan pueden tener dificultades para concentrarse en las clases o carecer de energía para jugar. No todos disfrutan con un desayuno tradicional, como cereales y tostadas. Algunas ideas para desayunos son:
Batido de frutas: combine leche descremada o al 1% con frutas, hielo en una licuadora.
Bananos congelados con yogurt y cereal.
Queso con galletas de soda.
Fideos, pollo o algo de lo que quedo del día anterior servido caliente.

La opción del cereal
El cereal con leche es el favorito para el desayuno. Lea para saber cuanta fibra, hierro y otros nutrientes tiene el producto. Los porcentajes de valores diarios se lo indicaran.
Si a su hijo le gustan los cereales dulces, será mejor combinar el cereal sin dulce con fresas, duraznos o bananos.
El juego activo también es importante
La actividad física, junto con una nutrición adecuada, promueve una vida saludable. El juego activo es el mejor ejercicio para los niños. Los padres pueden divertirse y ejercitarse con sus hijos. Algunas actividades entretenidas que pueden hacer juntos son jugar en los columpios, pasear en bicicleta, saltar cuerda, correr en el parque, nadar o bailar.

Almuerzos apetitosos
Los niños que ayudan a hacer su propio almuerzo tienden a comérselo con más facilidad. Ponga en práctica estas sugerencias para que el almuerzo sea una actividad divertida para su hijo.
Use moldes de galletas para hacer sándwiches con formas divertidas e interesantes.
Decore la bolsa del almuerzo con calcomanías coloridas.
Déle un toque diferente al sándwiches favorito del niño.
Déle un color diferente, póngale tomate, lechuga.

Precauciones al empacar el almuerzo
Recuerde la regla de oro para obtener alimentos seguros: Mantenga calientes las comidas calientes y frías las comidas frías.
Si no ha un refrigerador en el que se pueda tener la bolsa o ponchera del almuerzo, conserve los alimentos de este modo.
Incluya una cajita de jugo congelado en el almuerzo.
Congele el pan y los ingredientes del sándwiches (o los alimentos que se puedan congelar) la noche anterior.
Siempre anime a su hijo a lavarse las manos antes de las comidas.

Sabía usted que…
La mayoría de las carnes frías, como el salami y el salchichón, tienen un alto contenido en grasa. Compre carnes frías bajas en grasa. La pechuga de pollo, el jamón y la carne rostizada suelen tener menos contenido de grasa. Lea las etiquetas de nutrición que vienen en los empaques de las carnes frías y averigüe cual es el contenido de grasa.
Las hojuelas de maíz horneadas, y las papitas horneadas prácticamente no tienen grasa y son una buena alternativa a las papas fritas.

El dilema de la comida: Los niños selectivos
Una comida nutritiva no tiene ningún beneficio si el niño se niega a comerla. Algunos pequeños son melindrosos para comer por naturaleza. Otros solo comen ciertos alimentos o se niegan a comer como un modo de demostrar su autonomía. Si su hijo se niega a comer un alimento de un grupo determinado, trate de ofrecerle un sustituto de ese mismo grupo.
Ponga en práctica estas ideas para que las comidas familiares sean placenteras.

Si su hijo se niega a comer…
Vegetales verdes
Pruebe: vegetales amarillos o anaranjados
Si se niega a tomar: leche
Pruebe: leche con chocolate, queso o yogurt.
Si se niega a comer: carne
Pruebe: pollo, pavo, pescado o cerdo

Aumente el valor nutritivo de los platos preparados con ingredientes adicionales. Puede añadirle leche en polvo sin grasa a las sopas cremosas, malteados o pudines. O mezcle calabaza y zanahorias ralladas con los panes, sándwiches, moldes de carne, lasaña y sopas.
Sirva una comida que le guste a su hijo junto a una comida que se haya negado a comer antes.
Trate de volver a servir una comida que se negó a comer antes. Después de varios intentos es posible que empiece a gustarle.
Permita que los niños le ayuden a preparar la comida. Esto puede hacer la comida mas divertida.
Haga que la comida sea apetitosa a la vista. Corte los alimentos en formas atractivas o decore la parte superior de la fuente en que se sirve la comida.
De un buen ejemplo y aliméntese bien. Siempre que sea posible coman en familia.

¿Qué cantidad de comida es sufriente?
Es muy sencillo, si su hijo esta creciendo bien, entonces esta comiendo lo suficiente.

¿Qué comer cuando no hay tiempo?
Si no hay mucho tiempo es usual que se utilicen servicios de comida rápida, pero estas contienen gran cantidad de grasa y calorías. Si de cualquier manera no pueden recurrir a otras opciones y la alternativa de comida rápida es la que le puede funcionar en ese momento, aquí hay algunas sugerencias:
Comparta una orden de papas fritas con los demás.
Escoja alimentos de distintos grupos.
Pidan una hamburguesa y una ensalada y compartan.


Orientación para niños, adolescentes y padres. Academia Americana de Pediatría.

UN COMIENZO SANO


El ABC de una buena nutrición durante la niñez
Una buena nutrición: ¡Los resultados valen la pena!
Una buena nutrición comienza en el supermercado con los alimentos que usted compra, y continúa en la casa al preparar y servir las comidas. El inculcar buenos hábitos alimenticios desde el comienzo fomenta la saludo del niño para toda la vida.
Este documento se centre en la alimentación de los niños pequeños. Tiene como fin ayudarle a establecer hábitos alimenticios saludables así como una buena elección de comidas. El ABC de una buena nutrición familiar comienza con amor y sentido común.
Par obtener consejos específicos sobre la alimentación y la nutrición de sus hijos, los invito a que se acerquen y platiquemos de cada caso en particular.

El juego físico es importante para la salud
Además de una buena nutrición, su hijo necesita actividad física para llevar una vida saludable. El ejercicio físico en forma de juego no solo promueve el apetito del niño sino que también le ayuda a desarrollar una noción de bienestar y confianza en sus aptitudes físicas. Desde los años de la infancia, estimule a su hijo a llevar una vida activa.

Las acciones dicen más que las palabrasA medida que los niños crecen y se desarrollan, están atentos a las claves que usted les da sobre la elección de alimentos. Los pequeños suelen imitar los hábitos de alimentación. Cuando usted hace una elección sabia de alimentos sus acciones dicen más que las palabras.

El ABC de una buena nutrición
Una variedad de alimentos brinda los nutrientes que los niños pequeños necesitan para desarrollar un cuerpo fuerte y estar saludables. El alimento también suministra la energía que los niños necesitan para crecer normalmente, jugar, aprender y explorar el mundo que los rodea.
El ofrecerle al niño una variedad de alimentos sabrosos es el mejor modo de suministrar la nutrición que necesita su cuerpo en crecimiento.
En cada uno de los cinco grupos de alimentos hay una amplia gama de opciones. Cada grupo de alimentos aporta nutrientes específicos y cada nutriente cumple cierta función en el cuerpo.
Los alimentos de los distintos grupos actúan en conjunto para suministrar la energía y los nutrientes necesarios para el crecimiento y la salud. Ningún grupo de alimentos es más importante que el otro. Para obtener una buena salud, usted y su hijo necesitan consumir alimentos de todos los grupos.

Elija entre estos alimentos
Del grupo de los panes, cereales, arroz y pasta: pan integral, galletas de sosa, cereal, pasta, arroz, tortilla, pan de maíz, pan árabe (pita), tortas de arroz, panqueques, palitos de pan, pretzels.
Del grupo de vegetales: espárragos, remolacha, apio, brócoli, zanahorias, coliflor, col, maíz, pepino, pimiento, arvejas, papa, calabaza, espinaca, tomate, jugos de vegetales, calabacín.
Del grupo de las frutas: manzana, salsa de manzana, melocotón, plátano o banano, moras, frambuesas, melón, papaya, pera, ciruela, piña, uvas, fresas, mandarina, sandia.
Del grupo de la leche y sus derivados: leche descremada (1% o 2%), entera, yogurt, queso, crema, requesón, pudín, natilla, leche de soya
Del grupo de las carnes, pollos, pescados, frijoles secos, huevos y nueces. Cortes magros de carne, ternera, cerdo, jamón y cordero; pollo y pavo sin piel, pescado, mariscos, frijoles cocidos (rojos, pintos, lentejas, negros) huevos, carnes frías.

¿Cómo sé si mi hijo está comiendo lo suficiente?
Los niños comen cuando tienen hambre y por lo general dejan de comer cuando están llenos. Algunos padres se preocupan de que sus hijos coman cantidades pequeñas de alimentos, especialmente al compararlas con las porciones de los adultos. Si un niño está creciendo bien, es porque está comiendo lo suficiente.
Para llevar un control del patrón de alimentación de su hijo, preste atención a los alimentos que elije.
Cerciórese de no excluir ningún grupo de alimentos. Si esto pasa por unos cuantos días, no se preocupe. Pero el descuido prolongado de un grupo de alimentos puede evitar que su hijo obtenga suficientes nutrientes.
Anime a su hijo a ser un aventurero y comer una variedad de alimentos dentro de cada grupo de alimentos. Incluso dentro de un mismo grupo de alimentos, cada alimento brinda distintos nutrientes.

Porciones para niños: Sea realista
Para un niño pequeño, las porciones de un adulto pueden ser abrumadoras. Si le ofrece al niño una porción acorde a su tamaño, lo estimulará a aceptar el alimento.
He aquí una guía sencilla en torno a las porciones infantiles:Sirva entre una cuarta y tercera parte de las porciones adultas, o una
cuchara de medir por cada año que tenga su hijo.
Déle al niño menos de lo que crea que comerá. Permita que el niño le pida más si queda con hambre.

Los bocaditos también cuentan
Los bocaditos o meriendas también constituyen una parte importante de la nutrición infantil. Los niños deben comer con frecuencia. Por tener un estómago pequeño, no pueden consumir a las horas de las comidas principales todo lo que necesitan para sus altas necesidades de energía. Tres comidas principales y dos o tres refacciones saludables al día ayudan a los niños pequeños a satisfacer sus necesidades nutricionales diarias. Para sacarle el mejor partido a las refacciones, los padres deben de controlar el tipo de alimento que se les da y el momento en que se sirve.
Tipo: ofrezca al niño refacciones de diversos grupos de alimentos. Trate de escoger alimentos que suministren suficientes nutrientes para justificar la cantidad de calorías que contienen.
Momento: planee las refacciones alrededor de las actividades cotidianas y por lo menos dos horas antes de las comidas principales. Los niños deben aprender a estar y sentirse llenos, en lugar de tener la sensación de llenura todo el tiempo.

Bocaditos rápidos y sanos
Frutas frescas, congeladas o enlatadas
Verduras crudas
Sopa de verduras
Galletas de avena
Panes o bagel
Yogurt bajo en grasa o queso en palitos
Leche descremada
Cubitos de pavo o carne
Huevo duro.

Orientación para niños, adolescentes y padres. Academia Americana de Pediatría.

ALIMENTAR BIEN A LOS NIÑOS NO SIEMPRE ES TAN SENCILLO


¿Cuál es su función?
Mientras que los padres son los mejores jueces para decidir qué y cuándo deben comer sus hijos, los niños son los mejores jueces para determinar cuánto deben comer.
He aquí cinco recomendaciones importantes para los padres y niñeras a la hora de las comidas:
Ofrezca una variedad de alimentos sanos y sabrosos. ¡Atrévase a experimentar!
Sirva las comidas y refacciones en un horario regular.
Haga que las comidas sean placenteras.
Enséñele al niño buenos modales en la mesa.
Dé un buen ejemplo.

A cualquier edad, una experiencia agradable con los alimentos ayuda a establecer bueno hábitos alimenticios de por vida. La capacidad de manejar situaciones relativas a las comidas de manera positiva alienta a los niños a elegir alimentos saludables.
Este boletín le ofrece sugerencias, útiles de nutrición para sus hijos pequeños. Si requiere un consejo específico, no dude en comunicarse conmigo.

La hora de la comida no debe de ser un campo de batalla
“Limpia tu plato”
“Si no te comes las verduras, no hay postre”
“Si te portas bien, te doy un caramelo”.
Para todo padre o niñera, estas frases resultan familiares. Sin embargo, la comida debe usarse como un sustento, no como un premio o un castigo. Al final, el sobornar al niño con comida trae más problemas que soluciones.

La hora de la comida es más que alimento
Los pequeños son demasiados listos para tener en cuenta el viejo dicho de “has lo que digo y no lo que hago”. Los niños aprenden a imitar lo que ven. Si un adulto no tiene buenos hábitos de alimentación, no puede esperar que su hijo los tenga. Dé un buen ejemplo: coma en horarios regulares y escoja alimentos sanos y sabrosos.
Los padres y los encargados del cuidado infantil son los “cuidadores” que controlan qué comida ingresa a la casa. El tener muchos alimentos saludables a su alcance, les hará entender a los niños que estas opciones son una forma de vida.

He aquí seis situaciones típicas de los niños en torno a los alimentos. Estos sencillos consejos pueden hacer de la comida una experiencia más placentera,
La hora de la comida es un momento para reunirse en familia. Los niños aprenden muchas cosas al comer con sus padres. Un ambiente placentero alrededor de la mesa ayuda a desarrollar buenos hábitos de alimentación.

Tres, dos, uno… ¡A comer!
Prepare a sus hijos para la comida. Llámelos cinco minutos antes para que se tranquilicen, se laven las manos y se alisten para comer. Un niño ansioso, agitado o cansado tendrá problemas par sentarse a comer.Si es consistente con los mensajes que dé sobre los alimentos, los niños comerán mejor y no habrá peleas en torno a la comida. Ensaye estas sencillas estrategias:
Sea un cuidador inteligente. Compre una variedad de alimentos que quiera que su hijo pruebe.
Sea flexible. No se preocupe si el niño se saltó una comida.
Sea sensible. Dé un buen ejemplo: coma alimentos variados y saludables.
Permita que los niños hagan sus propias elecciones entre los alimentos que tienen a disposición.

De vez en cuando, acepte que su hijo se salte una comida o sea quisquilloso para comerMuchos adultos bien intencionados perciben las rarezas o hábitos alimenticios peculiares de los niños como un problema. Sin embargo, los caprichos de la niñez, el temor a nuevos alimentos y otros retos de la alimentación suelen ser parte del desarrollo normal. No se preocupe si el niño pasa por alto una comida o no come las verduras de su plato. Mantenga en mente el propósito general. Ofrézcale una variedad de alimentos saludables, sabrosos y nutritivos. Con él tiempo, el niño obtendrá todo lo que necesita para crecer y desarrollarse con normalidad. Una gran variedad de alimentos y una atmósfera feliz y tranquila a la hora de las comidas son los “ingredientes” para un niño bien alimentado.
Con frecuencia los niños usan la mesa como el escenario para mostrar su independencia. A veces la comida en sí no es el problema. El proceso de comer es tan solo una de las maneras en que el niño aprende acerca del mundo que lo rodea.

¡Despierte el apetito del niño!
El juego activo junto con una alimentación apropiada promueve una buena salud y estimulan un apetito sano. El juego es sin duda el mejor ejercicio para los pequeños.
Hacer un muñeco de nieve, jugar a perseguirse, lanzar pelotas, montar bicicleta y dar un paseo al aire libre, son actividades saludables y divertidas para toda la familia. No se limite a ser espectador; ¡participe de la acción! El estar físicamente activo es un buen ejemplo!

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Retos…
Estrategias
“Capricho” con un alimento: como solo un tipo de alimento sin cesar.
Permita que el niño coma lo que quiera si se trata de algo sano. Ofrézcale otros alimentos en cada comida. Luego de unos días, es probable que quiera probar otros alimentos. No suprima el alimento y déselo por el tiempo que el niño quiera. Estos caprichos no suelen durar tanto como para causar daños.
Huelga de hambre: no come lo que le sirven, y se termina preparándole algo rápido.
Tenga a mano pan o frutas, que le den al niño otras opciones que le gusten. Apóyelo, fije límites y no tema que el niño le dé hambre porque se negó a comer lo que le sirvió. ¿Qué es peor: dejar que el niño no coma lo que se le sirve uno que otro día, o condenarse a estar preparándole platos rápidos?
El hábito de la TV: quiere ver televisión mientras come.
Apague el televisor. Esto resulta ser una distracción que impide la interacción familiar e interfiere con la alimentación del niño. Valore el tiempo que pasan juntos mientras comen. Éste suele ser el único momento del día en que las famitas están juntas. De vez en cuando, está bien que toda la familia vea un programa especial de TV mientras comen.
El que protesta: llorisquea o se queja por lo que le sirven
Primero, pídale que coma otros alimentos que están en el plato. Si sigue protestando, envíelo a su dormitorio o siéntelo aparte hasta que el resto de la familia termine de comer. No le permita llevarse los alimentos, regresar por el postre ni comer hasta la siguiente comida o refacción planeada.
“La gran dieta americana”: solo come pan blanco, papas, pasta y leche
Evite presionar al niño para que coma otros alimentos. Si le presta mucha atención a la tendencia exagerada hacia ciertas comidas, reforzará las exigencias del niño a comer solo ciertas cosas. Siga ofreciéndole una variedad de alimentos de distintos grupos. Anímelo a probar alimentos rojos, anaranjados o verdes. Con el tiempo, pasará a comer otros alimentos.
Temor a nuevos alimentos: se niega a probar cosas nuevas
Siga presentándole nuevos alimentos o insistiendo en que pruebe los que le ha ofrecido antes. Luego de varios intentos, es probable que el niño quiera probar un alimento distinto hasta que finalmente le guste. Pero nunca lo fuerce a comer.